Autor Jose Ignacio Carranza Publicado el 17 de julio de 2012
La Dra. Amanda Céspedes nos habla del SDA (Síndrome de Déficit Atencional) y del SDAH (Síndrome de Déficit Atencional con Hiperactividad) y es tajante: “Lamentablemente no existe esta conciencia, y ello se debe al error de mirar al Sindrome del Déficit Atencional como una enfermedad neurológica infantil que se alivia con un psicofármaco”. A través de esta entrevista la neuropsiquiatra nos dará una “guía” para resolver algunas de las dudas más comunes que tienen los padres frente a la disyuntiva de medicar o no a su hijo y ver cuales son las posibilidades más convenientes de tratamiento frente a casos de SDA/SDAH. Por último, hace referencia al papel que tiene la música en el desarrollo de cualquier niño: “La ejecución instrumental y/o vocal forma parte de las denominadas ESTRATEGIAS POTENCIADORAS DEL DESARROLLO COGNITIVO, EMOCIONAL Y SOCIAL del niño”. Los invitamos a conocer la mirada aguda y asertiva de esta reconocida profesional.Qué conoce acerca de la Musicoterapia. Sabe de alguna investigación en este campo o, de profesionales que utilicen esta terapia en distintos contextos de intervención clínica y educativa, o, implementación de programas musicales para niños con problemas de aprendizaje y desarrollo, etc.
Conozco de cerca el trabajo de los musicoterapeutas. En particular, conozco a Carolina Muñoz y a Mariana Chamorro, ambas músicos de profesión además de musicoterapeutas. Ambas han trabajado con niños del Espectro Autístico.
¿Cuál es su postura frente a los fármacos para niños en etapa escolar?
Los fármacos tienen múltiples acciones a nivel sistémico. La mayoría cumple funciones terapéuticas específicas, contra infecciones, por ejemplo.
A nivel cerebral, se emplean los llamados psicofármacos, los cuales tienen acciones neurorreguladoras sobre diversas funciones cerebrales, actuando de un modo sintomático, es decir, corrigiendo ciertas funciones durante el lapso que dura su acción. Bien usados, los psicofármacos son de extraordinaria utilidad en Neurología Infantil ( por ejemplo, en el control de las crisis convulsivas ) y en Psiquiatría Infantil ( por ejemplo, en el control de la agresividad en niños con daños orgánicos cerebrales, el control de los síntomas psicóticos, etc.). También son útiles para optimizar las funciones de administración intelectual y social en niños con SDA, SDAH y Espectro Autístico.
Es realmente un problema medicar a los niños con déficit atencional e hiperactividad o en realidad es una mala táctica en contraposición a otros tratamientos que incluso puedan incidir en las costumbres de los niños y sus familias y al mismo tiempo ofrecer un acompañamiento atento a los mismos? Será quizás el problema la cantidad de horas que deben estar los niños quietos y sentados con un nivel de interés muy irregular? Cuáles son los mitos del Ritalín?
Es esencial diferenciar en forma muy neta a los niños con SDA sin Hiperactividad ( el 75% de todos los niños y adolescentes con SDA ) del SDAH, que es un 3% de la población general y más elevado en poblaciones de alta vulnerabilidad social. En los casos de SDA sin Hiperactividad ( cuya causa es genética, una variante madurativa normal ) , el metilfenidato se emplea como sintomático, para optimizar las funciones ejecutivas prefrontales o “ funciones de administración intelectual” durante el tiempo en que el niño debe cumplir con obligaciones intelectuales. Adicionalmente, el metilfenidato contribuye a atenuar la ansiedad, favoreciendo una mejor autorregulación del temperamento. Nosotros estimamos que alrededor del 85% de los niños con SDA se beneficia mucho con el adecuado empleo de metilfenidato, en la medida que los efectos colaterales no sean significativos ( esencialmente, la inhibición del apetito, en menor grado, la dificultad para conciliar el sueño). No cabe duda que si las escuelas y colegios tuvieran menor número de alumnos por aula ( no mayores a 15 ), la jornada escolar estuviese razonablemente bien diseñada ( clases hasta las 13 horas máximo, y desarrollo de talentos desde las 14 en adelante) y las metodologías docentes fueran activas, favorecedoras de la participación de los alumnos, el uso del metilfenidato caería a menos del 30% , contra el actual 85%.
Sabemos que el “metilfenidato” en dosis altas puede afectar el desarrollo estatural. ¿Conoce usted otros efectos secundarios comprobados o que se estén investigando?
La acción de frenado del desarrollo estatural en niños se produce cuando se emplean dosis altas de metilfenidato( sobre los 0,7 mg por kilo) y es reversible al retirar el fármaco. En Chile se emplean dosis que van de los 02 a los 05 mg /kg de peso, lo cual reduce a < 1% las probabilidades de frenado del desarrollo estatural. Pero de todos modos los médicos tenemos la obligación de llevar un riguroso registro de la curva estatural del niño mientras administramos metilfenidato.
Hay muchos mitos acerca del metilfenidato, todos ellos producto del desconocimiento de su biofarmacología. Los más comunes son: que provoca adicciones a largo plazo; que inhibe el desarrollo estatural; que “ enlentece” las funciones cognitivas; que favorece los desórdenes anímicos. La mayoría de las personas estima que el metilfenidato es un sedante, que “dopa” a los niños. Todos estos son errores derivados de la ignorancia y de un prejuicio que es natural y comprensible.
Los niños con SDAH, en cambio, presentan psicopatología a menudo severa ( trastorno de conducta oposicionista desafiante, trastornos de la personalidad, trastorno bipolar), de modo que ellos necesitan atención especializada de parte de un psiquiatra y un esquema psicofarmacológico complejo, en el cual puede estar el metilfenidato en ocasiones, pero no es el psicofármaco clave para ayudarles.
En todo caso, el principal error en torno al metilfenidato es el error diagnóstico, que lleva a diagnosticar como SDA Y SDAH a muchos niños cuyo único drama es estar insertos en familias con pésimos hábitos de vida.
A nivel educacional y familiar ¿existe plena conciencia que cualquier tipo de tratamiento, ya sea en el caso de déficit atencional u otro, debe tener un enfoque integral que contemple no solo medicación, sino apoyo familiar y escolar?
Lamentablemente no existe esta conciencia, y ello se debe al error de mirar al Sindrome del Déficit Atencional como una enfermedad neurológica infantil que se alivia con un psicofármaco. Por esta razón, nuestros esfuerzos como Instituto de Neurociencias Aplicadas a la Educación y a la Salud Mental del Escolar van dirigidos a educar a la comunidad familiar y escolar respecto a la real dimensión del SDA y la necesidad de un enfoque integral e integrativo.
De acuerdo a su experiencia ¿los profesores y/o las instituciones educacionales utilizan todos sus recursos antes de derivar a los niños para ser medicados?
De ningún modo ello es así. Por lo general, se mira la conducta y/o el rendimiento académicos; si son problemáticos, se envía de inmediato al niño a derivación. No hay compromiso, excepto en algunas escuelas y colegios privados que dan un ejemplo al respecto.
Cree que es favorable para un niño aprender a tocar un instrumento, en términos de desarrollo cognitivo, social o emocional?
La ejecución instrumental y/o vocal forma parte de las denominadas ESTRATEGIAS POTENCIADORAS DEL DESARROLLO COGNITIVO, EMOCIONAL Y SOCIAL del niño. La ejecución instrumental o vocal sistemática, de inicio temprano y realizada de manera bien conducida, incrementa de manera dramática el cociente Intelectual de los niños, adelanta las habilidades de pensamiento de alto orden, favorece la introspección, desarrolla las virtudes del carácter y despierta en el niño la sensibilidad a lo bello y armonioso.
Existe en Chile algún estudio para determinar en qué casos y con qué frecuencia se recetan medicamentos psicoestimulantes como el Ritalín que contienen metilfenidato en contraposición con terapias complementarias tales como la musicoterapia?
Desconozco si están en marcha estudios de este tipo. En todo caso, si se lleva a cabo este estudio, hay dos aspectos que es necesario contemplar:
1.- La selección de la muestra. Debe separarse muy rigurosamente el SDA del SDAH. Son dos categorías radicalmente diferentes
2.- Tener claridad sobre lo que se busca mejorar, incrementar, atenuar, cambiar…. Por ejemplo, la Terapia Floral es maravillosa como terapia favorecedora de una mejor autorregulación, e indirectamente actúa sobre la capacidad de concentración ( al disminuir la ansiedad), pero ello no implica creer que “ la Terapia Floral reemplaza exitosamente al ritalin” , por cuanto las funciones ejecutivas son muchas, y no todas ellas se van a ver beneficiadas al atenuar la ansiedad.
Piensa que un tratamiento complementario como la Musicoterapia puede disminuir o sustituir a los fármacos en intervenciones de tratamientos clásicos en etapa escolar tal como lo son la hiperactividad y los problemas de atención?
Todo depende del caso individual. Personalmente, no creo en absoluto en el valor del concepto “ hiperactividad” ( todos los niños son ocasionalmente hiperactivos) y tampoco creo en el valor del concepto de “falta de atención”.
Mi enfoque es neurobiológico, lo que implica adentrarse en la complejidad del cerebro infantil sin desligarlo de los aspectos sociales.
Cree que la música puede ayudar a un niño a “transformar” su cerebro y de esta manera evitar los medicamentos innecesarios?
Cierta música transforma al individuo por completo, lo despierta, lo conduce a dar lo mejor de sí. Pero no se puede generalizar. Decir “ la música” es incluir estilos como el hard rock, heavy metal, reggaetón, etc., música que a mi juicio escarba en las profundidades viscerales del yo despertando rencor, odio o lascivia.
Tampoco se puede decir livianamente “ medicamentos innecesarios”. El acto de medicar es un acto profesional de enorme responsabilidad, no es un juego liviano e intrascendente. Otra cosa es que haya profesionales desaprensivos. Pero eso es un tema diferente.
¿Es posible confundir los síntomas de trastornos emocionales, o del desarrollo con los síntomas propios del déficit atencional?
Por supuesto que sí. Por ese motivo, el diagnóstico del SDA debe ser muy riguroso. Se requieren al menos 2 horas de entrevista, examen clínico y aplicación de instrumentos neuropsicológicos para diagnosticar un SDA. Y se requieren pericias de índole Neuropsiquiátrica para diagnosticar un SDAH.
Existe la hiperactividad? A qué le llamamos hiperactividad hoy en día?
La hiperactividad es el mal de este siglo. Todos somos hiperactivos, porque nuestra mente está volcada a lo externo, al logro rápido, a la velocidad. La hiperactividad a menudo no es sino la expresión de un cerebro hiperalerta, atento a responder a demandas del miedo que percibe como amenazantes. En las grandes ciudades todo es amenaza. El llamar “ hiperactivos” a ciertos niños es un error garrafal y que tiene profundas consecuencias. Llevar la mente a lo interno, abandonando lo que nos parece amenazante, basta para que la mente recupere la calma.
A menudo, he sentido la tentación de aconsejar a unos padres afligidos frente a la “ hiperactividad” de su hijo pequeño la más sensata y utópica de las terapias: sáquenlo del colegio, llévenlo al campo, para que aprenda mirando, haciendo, viendo y escuchando….
Si ello no es posible, entonces les aconsejo sacar de la habitación del niño todos los aparatos tecnológicos e invitarle cada noche a escuchar a Bach con los ojitos cerrados…
Comentarios
Publicar un comentario